Dorian y Gray

Dorian y Gray. Gray y Dorian. Su madre, su parto aún latente, su aliento primero y su primer grito desgarrado. La prostitución, el desacuerdo, tu cara en los postes del puerto. La prostitución y el humo gris de la ciudad sobre tu cabeza, dentro de tu cabeza. No puedo dormir desde hace un eón y medio, guantes de piel me cierran el paso, gritos y túes que reviven cada instante en mi lengua. Rachas de vientos feroces, niñas rubias sin encaje ni tul, niñas rubias de lenguas despiertas y miradas caóticas. Puede ser que tú ya lo supieras, que conocieras el fondo del asunto. No te culpo. He estado ciega. Jugaba a las muñecas sin brazos ni piernas. Mientras tanto, vosotros discutíais sobre el apetito voraz del mundo.



















Dorian y Gray

1 comentarios:

Jose | 31 de diciembre de 2010, 10:59

Vaya, toda una sorpresa de esas que raramente aparecen buceando por la red. Enhorabuena

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