Sobre los acantilados
estar perdido es el nuevo encantoleer un mapa pasó de moda
no hay un alma pisando estas calles
no hemos vuelto a ser entre nosotros
se trata de dejar a un lado los adverbios
y pensar en términos de espacio abierto
tener un sueño sin forma que guíe nuestros días
como un ventrílocuo que solo habla una lengua muerta
a veces un grillo rompe la concentración que nos imponemos
y a alguien se le ocurre la idea que cambiará el curso de un poema
hemos llegado a apreciar la soledad como si la bebiéramos en copas pequeñas
y eso bastara para obviar todas las pérdidas futuras
De Una nueva melancolía (Ediciones en Huida, 2015)
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