7 com

Has traído la nieve

El ruido que hace la nieve cuando está quieta
sobre los árboles.
Gaviotas sobre la nieve.
Mi mente no puede imaginarlo más claro.
La brutalidad es blanca o yo estoy ciega.


3 com

El cisne

Quiero marcarlo nombrarlo
saber cuál es su número en la noche
llamarlo a escondidas olerlo quiero
marcarlo con mi aliento con mi tinta
robarle las llaves para que no tenga casa
que viva sobre mi techo
marcalo al revés
para que no sepa cuántos años tiene
sacarlo a volar con una cuerda
y que sólo alcance a ver las cumbres
que ya han sido censuradas

Quiero marcarlo terriblemente marcarlo
con mi firma incandescente
y que sueñe por las noches con un desierto helado
quiero marcarlo pero no debo

Me marcaré yo en cambio
la piel abierta marcada por su pluma
la pluma de la noche abierta
sangre y tinta te definen

eres libre
ven a verme cuando necesites
un techo que limite tu forma



3 com

La ciudad de las ideas

Llevo tiempo esperando
a que te levantes un día
y me cojas de la mano
y me montes en la moto vieja
que escupe monstruos de cine del malo.
Llevo mil siestas esperando a que me lleves
a la ciudad de la que hablan
los prospectos de los mecheros.
La de las pirámides sin vértices ni aristas,
la de las rocas sonámbulas,
la ciudad vacía y oportuna,
la que destila tanta sombra
que hay que cerrar los ojos
para no caer en las alcantarillas,
la de las puertas que cantan
y los domingos acabados en tragedia.
Llévame allí
y pinta tu nombre en la calle
más inexacta que encuentres.
Llévame a la ciudad
de las niñas que no quieres encontrarte,
las que te miran desde abajo
y les dan a los ojos ochenta vueltas al día.
Llévame a las calles
donde los gatos se quedan con hambre
después del baño
y encierran lo más árido en un bote
y lo destierran al bajo de la cama.
Llévame allí y lánzame un barco de papel
desde la torre más alta.
Llévame a la ciudad de la juventud perdida
y la madurez de filtro
y la muerte desmigada,
la de los sombreros de copa
para recoger la lluvia.
A la de la miseria sembrada
en las tapas de los cuadernos, allí,
llévame y planta un árbol
en mitad de la acera más sucia.
A la ciudad de las lágrimas de caballo rojo,
de incendio galopante
y tarántulas obvias,
la que piensa en la avalancha del día después
cuando nos despertemos
con los ojos llenos de sal gorda,
la que grita violinízame, glísame y recórreme
el vello absurdo de la nuca.
Llévame allí,
pon una hormiga en la esquina más perdida,
déjame que la encuentre.
Le enseñaré que el mundo
siempre ha sido así.



























Pilar Aguilera
4 com

La comunidad

Un perro se metió
en el armarito de las escobas
y tosió bajo las mantas.
Los vecinos quisieron
poner fin a la herejía,
tomaron las hachas,
las biblias, las antorchas
y ocuparon el rellano.
Quisieron entrar,
ladrar, rasgar, morder,
hacer justicia,
vengar a los inocentes,
pero quién no tiene miedo
al rugir de una fregona,
a la purga frenética de una gamuza…


4 com

Astrolabio

A lo lejos
-un lejos afinado en sorbo de cometa-
suena un astrolabio,
el sueño blanquísimo del azabache.
Se oye al infinito volcando galaxias, espacios:
el infinito volcando infinitos.

Llega, callada, la extraña, la reveladora
superficie de la nada
y en dos mitades rompe su pómulo perpetuo
como si hubiese oído el respirar de los astros.
Sólo ella conoce el roce
de la esquela discontinua,
el trayecto inconcluso de la cera derretida,
la arena azul desleída sobre la ruina.
No quiso bautizar su almuerzo de lamentos.
Sigilos faltos de afecto cubren el vacío.

No es ser el sueño del sonido,
el plato donde comen tiempo y fuga las estrellas,
pues el silencio recibe a cada vuelo
su mayor exponente.
Un espacio sin espacio
pero el dictado diminuto en un insulto unitario,
una losa en un espacio sin perfume
y los brochazos de piel entre los dientes
tras cada crimen divino.

Bien podría el cosmos abrazar a sus siervos
mas sólo araña y a dentelladas
descose el instante fundido en la boca.
En la trastienda de la nuca.
Escuece el infinito.



























próximamente en papel

5 com

Cuántica

Este falso equilibrio que nos desconoce se hace grande acorta la distancia entre tu ego y mis planes se acaba el papel higiénico nos volvemos antihigiénicos la vida corre por el hueco que dejamos entre nosotros y los hijos muertos me arañan el vientre por dentro como si quisieran abrir una ventana a este mundo que les es totalmente inaccesible. Los senderos no son cortos en tu boca.



















LifeStyle Graphics