La comunidad

Un perro se metió
en el armarito de las escobas
y tosió bajo las mantas.
Los vecinos quisieron
poner fin a la herejía,
tomaron las hachas,
las biblias, las antorchas
y ocuparon el rellano.
Quisieron entrar,
ladrar, rasgar, morder,
hacer justicia,
vengar a los inocentes,
pero quién no tiene miedo
al rugir de una fregona,
a la purga frenética de una gamuza…


4 comentarios:

Isabel Tejada Balsas | 9 de enero de 2011, 1:10

guau?

Néctar de lluvia | 9 de enero de 2011, 1:17

Las fregonas no son tan inofensivas como parecen.

Fran Seisdoble | 9 de enero de 2011, 2:30

Genial.

Céfiro | 9 de enero de 2011, 15:30

Miedo a la sinceridad.

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